Se llevará a cabo la recopilación documental y testimonial sobre las condiciones de distribución y exhibición de las películas de intervención política más relevantes del periodo de 1966-1976.
Se ha seleccionado este período debido a que dentro de este recorte temporal es donde se desarrolla la exhibición como una construcción de una practica alternativa a la comercial, mediante la formación de redes solidarias y horizontales de difusión y recepción de sus productos audiovisuales, que abarcan a sindicatos, universidades y diversas organizaciones sociales.
La exhibición para el cine militante resulta ser el lugar fundamental en el que se realiza el cine como tal, donde un discurso fílmico se encuentra con sus actores- espectadores.
Allí resulta fundamental analizar dentro de las condiciones de circulación: Quién las representa (Rol del Intelectual), dónde las representa (Contexto Histórico y Procesos Culturales) y para qué las representa (Ideología, Estética e Intención Política).
En palabras de Raymundo Gleyzer, “el problema reside en cómo llegar a la base y no sólo en términos teóricos, que indican siempre que hay que hacer un cine para la base, un cine para la clase, etc., sino el método concreto, la práctica que lo permita”.