Si hay algo que Memorias de la calle pretende dejar bien claro es la importancia que posee la intervención artística callejera en nuestra sociedad. En este libro la concepción de arte callejero trasciende a una simple práctica, para ser concebido ahora como todo un dispositivo comunicacional, de producción cultural, de mutación social. El arte nos desoculta, nos vincula, nos transforma. La ciudad de La Plata es territorio de intervenciones artísticas, múltiples y diversas, que seducen con la calidad, preparación y dedicación de quienes las realizan. Resulta imposible siquiera imaginar el sinfín de historias que albergan les artistas urbanes, sus comienzos con la práctica, los motivos y factores que les condujeron a presentar sus obras en este particular escenario que es la calle, un espacio cultural sumamente comunicativo, inclusivo y conflictivo. He aquí la motivación para emprender la aventura de elaborar un producto comunicacional que, a lo largo de sus diez capítulos y por medio de la herramienta metodológica del relato biográfico, navegue a través de las muy variadas experiencias de diez interventores callejeres de la ciudad de las diagonales y presente esa otra faceta de les artistas de la calle: el detrás de escena. Se trata de un espacio comunicacional destinado a aquelles artistas marginades por los medios hegemónicos de comunicación, donde las particulares narraciones de LumpenBola (muralista), Federico (guitarrista), Alejandra (mimo), El Anartista (poeta), Nicolás (mago), Sabrina (malabarista), Emanuel (payaso), Subone (grafitero), Sergio (estatua) y Mariel (murguera) nos permiten incursionar en el mundo del arte callejero y en el análisis del espacio público como territorio de producción cultural e intercambio, espacio de expresión, comunicación y vinculación, de disputa y transformación social.