Si en el total saber, ni la unidad ni la multiplicidad pueden considerarse como ilusorias, ningún conocimiento, ni acto ninguno de conocimiento, podrán tomar por objeto, ni aquello que es rigurosamente concreto, representación pura, ni aquello que es rigurosamente abstracto, pura formalidad. Una construcción exclusivamente conceptual, una descripción puramente representativa son, por consiguiente, imposibles.