Los hongos son organismos ubicuos y sus actividades afectan casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, ya sea como fuente de productos farmacéuticos y alimentos o como organismos responsables del deterioro y causantes de enfermedades en plantas y animales. Teniendo en cuenta el hecho de que su superficie celular lleva una carga negativa neta (asociada a la presencia de polisacáridos, conjugados de glicósidos y lípidos cargados negativamente2), no resulta sorprendente que muchos agentes con actividad antimicrobiana sean catiónicos y tengan una alta afinidad de unión a las superficies celulares.
Los surfactantes son uno de los excipientes más empleados en la industria farmacéutica. Entre ellos, los derivados de aminoácidos constituyen una importante clase de moléculas biocompatibles, con excelentes propiedades de adsorción y agregación, alta biodegradabilidad, baja toxicidad, bajo impacto ambiental y actividad antimicrobiana de amplio espectro. La multifuncionalidad de estos compuestos los convierte en aditivos interesantes para diversas formulaciones cosméticas y farmacéuticas, ayudando a la eliminación de ingredientes innecesarios y permitiendo el desarrollo de formulaciones más simples con una reducción en los costos.
En el caso de los tensioactivos catiónicos derivados de arginina, los mismos han mostrado excelentes propiedades antimicrobianas contra bacterias, hongos y levaduras, la cual puede atribuirse a la combinación de múltiples parámetros estructurales y las propiedades fisicoquímicas intrínsecas de estos compuestos. A diferencia de los antibióticos convencionales, cuyo objetivo generalmente son enzimas o procesos metabólicos específicos, la acción antimicrobiana de los surfactantes catiónicos resultaría de la interacción de las moléculas con las membranas celulares, lo cual lleva a la despolarización de las mismas, seguida de la lisis y muerte celular, probablemente resultante de la incorporación de estos monómeros a la bicapa lipídica. Estas interacciones pueden considerarse lo suficientemente inespecíficas como para impedir el desarrollo de resistencia.
Nuestro grupo de trabajo tiene una importante experiencia en la síntesis y caracterización de surfactantes derivados de aminoácidos. Estudios recientes llevados a cabo en nuestro centro de investigación han revelado la capacidad de los surfactantes derivados de arginina de inhibir el crecimiento de levaduras y la germinación y crecimiento de hongos filamentosos fitopatógenos y dermatófitos. Por otro lado, tensioactivos de alanina de tipo géminis han sido eficaces en la prevención de la formación de micosis en las mucosas de pacientes inmunocomprometidos causadas por diferentes cepas de Candida albicans. Finalmente, son reconocidos los efectos tóxicos de las formulaciones coloidales de la anfotericina B (AmB) debido a la agregación de las moléculas hidrofóbicas de este antibiótico poliénico utilizado en el tratamiento de infecciones fúngicas sistémicas. En este contexto, se ha reportado el uso de micelas de surfactantes derivados de aminoácidos del tipo géminis derivados de cistina para la solubilización de AmB en forma monomérica, contribuyendo a la obtención de una formulación menos tóxica.
A partir de la información aquí recopilada, se reconoce a los surfactantes catiónicos no sólo como potenciales agentes antifúngicos representando una alternativa prometedora a las sales de amonio cuaternario como agentes biocidas con aplicaciones biomédicas, sino como prometedores potenciadores y solubilizantes de las drogas antifúngicas ya existentes, contribuyendo a aumentar la ventana terapéutica de las mismas.