En la profesión del comunicador/a/e, la utilización de la palabra es una herramienta de trabajo de vital centralidad en el campo laboral, y la comprensión de textos va directamente de su mano. En este sentido, las prácticas de la escritura y de la lectura conforman el proceso de construcción de sentidos y de interpelación para la comprensión en primera instancia, y luego, la transmisión y la transformación de la realidad. Con ambas, el/la/le comunicador/a/e se desempeña en la calle y en el escritorio, y en sus diferentes actividades, siendo observador/a/e y testigo/a/gue de los acontecimientos que lo rodean, analizándolos e interviniendo en ellos, para luego, comunicarlos. En consecuencia, la utilización de la palabra le demanda sensibilidad, claridad y precisión.
Pensar en la enseñanza específica de la práctica de la escritura –desde la perspectiva del campo comunicacional- es pensar en una formación integral en las diversas textualidades, formatos y soportes del territorio de las palabras.
Este trabajo plantea algunas reflexiones e ideas en torno a la enseñanza de la práctica de la escritura en un diseño curricular.