El dominio del conocimiento disciplinar de la asignatura que tenemos a cargo es insuficiente para saber cómo enseñar ese conocimiento, o no alcanza para que los/as/es estudiantes logren comprenderlo. Los dispositivos inherentes a la comunicación y problematización de ideas, juicios y reflexiones concernientes a la enseñanza no emergen del saber disciplinar, sino que constituyen el conocimiento pedagógico. Por esto, en tiempos de pandemia me propongo abordar una propuesta pedagógica crítica feminista intercultural e interseccional para el diálogo emancipatorio, mediante la incorporación en las prácticas de enseñanza del derecho, de la perspectiva de género, los feminismos jurídicos y los derechos humanos, como dimensiones transversales a la formación profesional. Estos ejes devienen estratégicos para contribuir a ampliar el campo de los derechos en la sociedad, comprendiendo y explicando cómo operan las desigualdades estructurales imbricadas a tramas de poder.