Las instituciones de educación superior deben formar a los alumnos para que se conviertan en ciudadanos bien informados y profundamente motivados, provistos de un sentido crítico y capaces de analizar los problemas de la comunidad buscar soluciones que se planteen en la sociedad, aplicar a éstas y asumir responsabilidades sociales. Estamos viviendo una época de transición donde los cambios son inacabados e impredecibles. La educación debe adecuarse a los cambios de este tiempo.