El turismo se ha consolidado como una actividad central en el ámbito de planificación y ejecución de políticas territoriales en múltiples lugares. Los destinos turísticos ya consolidados siguen manteniéndose como metas de visitación de masa, bajo las categorías tradicionales de sol y playa, montaña o mismo en la esfera hiper dinámica que cualifica las ciudades globales. Sin embargo, determinadas localidades de menor extensión demográfica/territorial afuera de los circuitos hegemónicos han ido ganando relevancia en el contexto evolutivo de dicha actividad. El interés turístico por estos territorios se revela, entre otras cosas, tras los matices temporales materializados en sus paisajes que, al evocaren la noción de patrimonio cultural, otorgan a estos lugares la posibilidad de inserción en el sistema mundo contemporáneo por medio de sus singularidades culturales. En ese sentido, el presente trabajo se concentra en analizar el programa argentino Pueblos Auténticos vigente en el quinquenio 2016-2020. Esta iniciativa ha buscado confluir diferentes instituciones nacionales hacía el desarrollo turístico de 18 localidades a lo largo del país, inspirándose en experiencias internacionales. El programa se lanzó como la primera propuesta turística a nivel nacional al abarcar específicamente pueblos de interés patrimonial, evidenciando así la heterogeneidad geográfica que describe el vasto territorio argentino.