El trabajo de observación analítica de los fenómenos sociales en general, y de los fenómenos comunicacionales mediáticos en particular, comporta una actividad diferente de aquellas actividades que cumplimos cuando somos productores o espectadores de dichos fenómenos. Cuando alguien produce, por ejemplo, un noticiero televisivo, no puede percibir todo el complejo sistema de determinaciones que pone en juego durante el proceso productivo y que siempre trascienden cualquier intención individual; por otra parte, cuando alguien que, sentado en el living de su casa, mira un noticiero en su televisor, no es consciente en ese momento del complejo sistema de operaciones que determina su vinculación con una representación de la actualidad del mundo. Ahora bien, cuando alguien se ubica en una posición de análisis con respecto a un fenómeno comunicacional que involucra el dispositivo televisivo, se le tornan visibles todas aquellas operaciones invisibles para el productor y el espectador.