Siendo los porcinos una de las especies domésticas productoras de carne que más rápidamente transforman los alimentos en producto final se deben considerar todos aquellos factores que intervienen en dicha transformación alimenticia a los efectos de obtener el mas adecuado y beneficioso resultado posible.
La alimentación normal del cerdo involucra la administración de una dieta compuesta por un suplemento proteico y por cereales, cuyo sustrato alimenticio es el almidón, por lo tanto estas dietas basales pueden considerarse como sinónimo de dietas amiláceas. Las dietas son complementadas con minerales, vitaminas y otros aditivos.
Los azúcares normalmente no son incluidos en las raciones para esta especie o si lo están es sólo en escasa proporción cuando se usan melezas, bagazos (subproductos de la caña) o subproductos lácteos o cítricos.
Los alimentos celulósicos son elementos parcialmente indigestibles de alto peso molecular, que aumentan el peso de las heces, que reducen el tiempo de tránsito alimenticio disminuyendo la oportunidad del aprovechamiento enzimático y sobre todo microbiológico de los metabolitos nutritivos, que disminuye el apetito, aumenta la saciedad e interfiere algunos procesos de absorción.
Estas características pueden ser encontradas en la especie porcina aunque hasta el momento algunos de los aspectos aquí mencionados no están bien esclarecidos para dicha especie.
En este trabajo se estudian los efectos del agregado de productos ricos en celulosa a la dieta del cerdo.