La última dictadura militar en Brasil rigió los destinos del país por más de veinte años. En 1967 irrumpió –con ánimos de cambiar el curso de los acontecimientos– un movimiento proveniente del campo del arte llamado “Tropicália” que estaba integrado por las más variadas disciplinas. Impregnado de las ideas de la época y con el objetivo de desarrollar el concepto de antropofagia cultural, este movimiento generó un viraje en términos artísticos y políticos. La propuesta de la Tropicália evidenció –a fines de los años sesenta del siglo xx– las contradicciones y las injusticias existentes en las estructuras reinantes de la sociedad, de la política y del mundo del arte en Brasil durante la última dictadura militar. La cara más popular de este movimiento artístico fue la música, que se manifestó a través de sus principales compositores, letristas e intérpretes de origen baiano, como Caetano Veloso, Gilberto Gil y Tom Zé.