El objetivo de este artículo es el de poder transmitir la experiencia de como un grupo de docentes del nivel inicial de la carrera de Arquitectura, de la materia Introducción a la Arquitectura Contemporánea (IAC), han pasado a ser docentes de la materia Historia Nivel I, materia que se dicta en el segundo año de la carrera. Ambas materias pertenecen a la misma cátedra, Martínez Nespral. La diferencia del dictado de ambas asignaturas es significativa.
Expresar cuales son los puntos positivos y cuales los negativos de ser docentes de primer año, a pasar a ser un docente de segundo.
IAC es una materia cuatrimestral y es la primera aproximación de los alumnos a la Historia de la Arquitectura, en tanto Historia Nivel I es una materia anual y los estudiantes están cursando su segundo año de la carrera. En esta ponencia queremos mostrar nuestras observaciones y experiencias realizadas en este proceso de cambio.
Las diferencias que se dan en ambas asignaturas son en primer lugar los programas de las mismas. En Historia Nivel I nos encontramos con una multiplicidad de contextos históricos, una temporalidad muy amplia, la influencia de factores no estrictamente relacionados con la arquitectura en si misma, conlleva un marco de estudio diverso. En IAC el recorte espacial temporal es más limitado, se concentra en la Historia de Arquitectura del Siglo XX y lo que va del Siglo XXI (En nuestro caso particular, específicamente en Latinoamérica) Otro de los cambios más contundentes es el proceso de aprendizaje de los estudiantes. Muchas veces IAC es la primera materia que cursan de toda la carrera. Esto nos enfrenta con alumnos que no conocen el quehacer del estudiante universitario. Carecen de herramientas para saber cómo manejarse en la facultad y en la materia. Si bien han pasado por el Ciclo Básico Común que posee la Universidad de Buenos Aires, esto no es suficiente.
Los docentes tenemos que brindarles todo el andamiaje necesario para que pueden transitar la materia. En cambio, en Historia I, que ya tienen un bagaje más amplio en cuanto a su desarrollo cognitivo, tienen esa experiencia que les da el estar cursando su segundo año de la carrera. Manejan un lenguaje gráfico, tienen un poder de reflexión más amplio, y una mayor definición de cuáles son sus intenciones de estudiar esta carrera que afectan estrictamente en la motivación de los alumnos, quienes comienzan a transitar un proceso de emancipación del conocimiento.
Este proceso de cambio en el que estamos inmersos, nos genera un desafío muy importante a nuestro quehacer docente.