El estado de salud bucal forma una parte fundamental de las condiciones de vida y bienestar de la población general, y este aspecto se ve incrementado cuando de población infantil se trata. Los niños comprenden un grupo etáreo dinámico, en pleno crecimiento y desarrollo, por lo cual se hallan sometidos a continuos cambios biológicos, psico-emocionales y físicos que los hacen susceptibles de padecer diversas patologías bucales y peribucales. La nutrición tiene durante el periodo prenatal y en los primeros años de vida una importancia trascendental, incluida la influencia sobre el crecimiento físico, desarrollo bioquímico y posiblemente mental. La desnutrición o malnutrición favorece las infecciones, disminuye la resistencia a casi todas las enfermedades, actúa como causa coadyuvante de morbilidad y mortalidad infantil y repercute sobre el desarrollo psíquico.