Esta obra audiovisual surge en el marco del trabajo en la cátedra Realización 4 (Fda Unlp), motivada por el objetivo de narrar un segmento oscuro de nuestra historia (la última dictadura cívico-eclesiástica-militar) desde una perspectiva ficcional y buscando la idea de la memoria como sanación.
El cortometraje narra la historia de Martín, un ghostwriter que comienza un proyecto que le encargaron: transcribir las memorias de la psiquiatra Sylvia Bermann. A medida que avanza con la lectura de las memorias de la psiquiatra su realidad comienza a transformarse, convirtiéndose en hostil y perturbadora. Martin, sumamente afectado por estos tormentos, busca escapar de ellos. Cuando logra salir, llega hasta la terraza y se queda contemplando el horizonte; en ese instante escuchamos una voz haciendo un conteo regresivo y Martín se incorpora en una sesión de registros akáshicos.
Trabajar sobre un tema complejo desde una ficción de género implica una reflexión trabajada en la carrera: utilizar los géneros audiovisuales como modos de mirar la historia y la política. El tratamiento desde lo fantástico, desde el respeto, intenta mostrar de otra manera las heridas abiertas, que vienen de uno de los momentos más oscuros de nuestra historia, con un personaje de ficción pero con sucesos y acontecimientos reales. Martin existe, es hijo de Irene Laura Torrents (desaparecida) y nieto de la psiquiatra Sylvia Bermann.