En el presente artículo se propone abordar dos fotografías tomadas durante la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), el primer enfrentamiento armado de la región sudamericana en ser fotografiado. Realizadas in situ por Javier López, fotógrafo de la Compañía Bate, las dos imágenes seleccionadas presentan montones de cadáveres paraguayos apilados en el campo de batalla. Las fotografías serán analizadas visualmente, en consideración con las características de su dispositivo y en diálogo con las series de las que formaron parte. De esta manera, se propone dar lugar a la reflexión sobre el tratamiento del enemigo en tanto otro y sobre los usos políticos de las imágenes de la muerte entendidas como imágenes del poder.