¿El cine construye historia? Tomemos el tema que nos ocupa: el genocidio de Ruanda. Mucho se ha escrito, en los ámbitos académicos, sobre este particular. Pero, ¿cuánto, de toda esta información, ha llegado al gran público? No mucha, considerando que la mayoría de los análisis se han basado en entrevistas, documentos desclasificados con posterioridad al genocidio, experiencias propias y juicios llevados a cabo por el Tribunal Internacional. Para muchos espectadores, las películas sobre el genocidio de Ruanda son el genocidio de Ruanda.
Disparando a Perros nos entrega una visión del genocidio de Ruanda que no ahorra en crudeza. Emplea los mecanismos cinematográficos para construir una ilusión de realidad que se nos aparece seca como el polvo rojo que flota en el aire, y que lastima como el filo de un machete. El discurso que presenta tiene grandes coincidencias con las críticas que ha hecho la literatura académica sobre genocidio acerca del rol de la Organización de las Naciones Unidas y la comunidad internacional, ya sean los gobiernos de los países centrales o el periodismo internacional.