La colonización cultural en Argentina se consolida en el siglo XIX a través de la Generación del 80. Desde allí se comienzan a poner en práctica diferentes formas de dominación que se caracterizan por perseguir lo propio y exaltar lo ajeno. Así lo europeo, especialmente si es de origen anglosajón, será sinónimo de excelencia, modelo a seguir pero, especialmente, se transformará en una especie de métrica que determinará, en función de lo cercano o alejado a esto, aquello que la sociedad deberá considerar como favorable o desfavorable a ésta.