En la Argentina de finales del siglo XIX, el impulso económico brindado por la instauración del modelo agroexportador redundó en un considerable aumento del flujo en el transporte de ferrocarril: a partir de la década del ´80 aumentan exponencialmente la cantidad de pasajeros y las toneladas de carga, provenientes del Sur de la provincia de Buenos Aires y del centro del país hacia la capital nacional, propendiendo al desarrollo y consolidación de la red ferroviaria nacional. El proceso de metropolización de la ciudad de Buenos Aires implicó una gran transformación urbana en que las infraestructuras de transporte y servicios jugaron un rol trascendental: la provisión y la extensión de servicios de aguas corrientes, cloacas, red eléctrica, telefonía, etc., unidos a un sistema de transporte (tranvías, subterráneos, trenes) en constante evolución que unía los distintos distritos en constante expansión, como es el caso del área de Retiro, que concentró la “ciudad de los negocios”, donde se instalaron grandes empresas extranjeras.
En el área del Bajo Retiro, la construcción del puerto, las tierras ganadas al río, la demolición del viejo hotel de inmigrantes, y por otra parte, la construcción de la estación del Ferrocarril Central Argentino aportó al replanteo de la configuración urbana del espacio público. El proyecto fue encargado al Estudio Conder en 1910, luego de que el FFCA se fusionara con el Ferrocarril del Norte en 1889. El proyecto y su construcción suscitaron expectativas y opiniones, tanto desde la prensa en general como de publicaciones específicas.
El presente trabajo propone analizar específicamente el impacto de la construcción de la Estación Terminal de Retiro del Ferrocarril Central Argentino y las diferentes miradas y opiniones sobre la misma, plasmada tanto en los periódicos como en las revistas especializadas de la época.