El concepto de desarrollo resulta interesante como categoría útil para el análisis de la historia de la arquitectura moderna en América Latina. Ha sido frecuentemente usado para describir e interpretar variados fenómenos asociados al espacio en todas sus escalas -principalmente en la territorial y en la urbana-, así como también para referirse a los avances técnicos que atañen a la disciplina desde la contingencia política.
El texto propone un análisis de tipologías en base a la idea de desarrollo como categoría para el análisis de la historia de la arquitectura moderna en América Latina. Este concepto, que permeó casi la totalidad del aspecto político y económico entre 1950 y 1980, resuena en arquitectura en forma de relaciones con la industrialización de la construcción, la prefabricación, el cambio de escala y la inserción de las obras en ciudades cada vez más complejas.
La transformación de una pequeña ciudad durante un período de veinte años coincidente con las ideas y propuestas desarrollistas puede resultar un claro ejemplo que expone el alto nivel de coherencia entre los desafíos de orden general –políticos, económicos y sociales- y los procesos arquitectónicos y urbanos más específicos. En el caso de Arica, junto al mar y en el desierto del norte de Chile, la Junta de Adelanto fue la institución que fomentó el desarrollo de la ciudad, mediante obras y planes que la transformaron profundamente ante el incremento sustantivo de su población. Se conformó así un excelente laboratorio arquitectónico y urbano en el que las consideraciones propiamente tipológicas,- asociadas a formas como bloques, superbloques, edificios de matriz continua horizontal o las megaformas-, se relacionaron con las modalidades necesarias que cada tipo propuso para la construcción de la ciudad. Esta se convirtió así en un gran ámbito de experimentación que puso a prueba por una parte a las figuras de la planificación en sus diferentes escalas, y por otra parte a la capacidad que tenía la reciente tradición moderna para generar arquitecturas capaces de asumir el desafío del crecimiento poblacional, de las expectativas del desarrollo económico y de las formas amplias de inclusión social acordes al proyecto moderno.