El presente trabajo pretende analizar y dar cuenta de la complejidad del proceso de enseñanza bajo la modalidad no presencial –durante el 2020 y en el actual 2021- que irrumpe de un modo abrupto en el sistema educativo. La pandemia trajo como consecuencia el cierre de las instituciones educativas, el aula dejó de ser un espacio físico para convertirse en un espacio mediado por las tecnologías, en el mejor de los casos, y los docentes debieron esforzarse por asegurar la continuidad pedagógica. En este contexto es necesario analizar lo sucedido para comprender los nuevos saberes y las estrategias que se pusieron en juego.
En este sentido se presentan distintas dimensiones que dan cuenta de los cambios que se pueden observar en el proceso de enseñanza y de aprendizaje en las aulas de Geografía. Estas dimensiones son: una nueva concepción de aula y también de tiempos; el trabajo docente; y las desigualdades socioeconómicas.
Si bien cada dimensión tiene una importancia en sí misma, se profundizará en el trabajo docente tomando como ejes de análisis la prioridad del sostenimiento de la enseñanza, la resignificación de los contenidos, la revisión de las estrategias didácticas mediadas por la tecnología, la búsqueda y/o creación de materiales multimediales y la reformulación de maneras de presentar la producción de los aprendizajes por parte de las y los estudiantes. En este marco, una nueva mirada se reconstruye mientras que se altera la gramática escolar y se diseña una escuela desde una pedagogía de la emergencia, poniendo énfasis en el compromiso social de pensar y repensar la enseñanza.
Lo presentado en este trabajo surge del análisis de la información relevada a partir de una encuesta realizada en cinco instituciones educativas en la ciudad de La Plata en el segundo semestre del 2020.