El actual Sistema Internacional de Unidades —cuya sigla en todos los idiomas es SI— fue promulgado por la XI Conferencia General de Pesas y Medidas (CGPM) reunida en París en octubre de 1960. Su origen se remonta a una de las primeras decisiones de la Revolución Francesa: la institución del Sistema Métrico Decimal. Siguiendo la idea de la necesidad de contar con una unidad universal de longitud —el metro—, propuesta por John Wilkins (1668) y por Cristopher Wren (1670) en Inglaterra, por el abad Picard (1670) en Francia, por Christiaan Huygens (1673) en Holanda y por Tito Livio Burattini (1675) en Italia, el Sistema Métrico Decimal permitiría medir distancias, superficies, volúmenes y pesos (estos últimos a través del peso de un determinado volumen de agua destilada a 4 °C) y, además, contaría con múltiplos y submúltiplos según la escala decimal. El metro se definió como la longitud de la diezmillonésima parte del cuadrante del meridiano terrestre que pasa por París y se lo midió en el sector de tal meridiano desde Dunkerque hasta Barcelona y con una extensión hasta la isla Formentera. Finalmente, esa longitud se materializó en barras de platino y la que más ajustadamente se aproximó a la medida meridional del metro fue seleccionada y depositada el 22 de junio de 1799 (4 mesidor del año VII de la Revolución de los Jacobinos) en el Archivo Nacional. A esta barra que representaba el metro patrón se la denominó Metro de los Archivos. Esta barra métrica era una “regla de extremos”; sus extremos planos y paralelos entre sí estaban pulidos “a espejo” para facilitar las operaciones de comparación, que se realizaban empleando instrumentos ópticos, con las otras barras métricas o con las que representaban submúltiplos. Ese mismo día también se depositó en el Archivo el cilindro de platino iridiado que representaba el kilogramo patrón y se lo denominó Kilogramo de los Archivos. Se trata del único artefacto que en la actualidad sigue teniendo validez metrológica legal. Por entonces, la medición del tiempo estaba basada en observaciones astronómicas y su unidad, el segundo, se definía como 1/86400 de la duración del día solar medio.