La trichinellosis o triquinosis es una zoonosis parasitaria de distribución mundial, aunque predomina en países no tropicales.
Las larvas de Trichinella fueron encontradas por primera vez en el año 1834 por J. Paget en muestras de un diafragma humano durante la realización de una autopsia. Sin embargo, R.
Owen fue quien documentó el hallazgo en 1835. Recién en 1846 se demostró la presencia de las mismas larvas en músculos de cerdo, y se logró completar el ciclo biológico y la etiología de la trichinellosis humana.
La mayoría de los mamíferos son susceptibles a la infección dado que el parásito presenta una baja especificidad de hospedador. Si bien los animales carnívoros resultan ser los más frecuentemente infectados, se demostró que los herbívoros estrictos pueden infectarse accidentalmente.
En el ciclo de transmisión doméstico, el cerdo adquiere la infección por ingestión de ratas infectadas o carnes de otros animales infectados, lo cual generalmente sucede cuando es criado en malas condiciones higiénicas. Las ratas contribuyen en el mantenimiento y propagación de la infección en la naturaleza. El agente etiológico más frecuente en este ciclo es Trichinella spiralis y ocasionalmente T. britovi y T. pseudospiralis.
En el ciclo de transmisión silvestre, la infección ocurre entre animales carnívoros que se alimentan de presas vivas o de cadáveres de animales cuyas carnes están infectadas con larvas de Trichinella. Las especies de animales infectados son numerosas, entre ellas se pueden mencionar a lobos marinos, jabalíes, osos, focas, gatos silvestres, hienas, cuises, etc.