Las amebas de vida libre (AVL) son protozoarios cosmopolitas ampliamente distribuidos en la naturaleza. Se aislaron de ambientes húmedos como suelo, agua dulce o salada y también del aire, medio que les sirve para su dispersión. En su estadío de trofozoíto se alimentan de bacterias y otros microorganismos y producen quistes como formas de resistencia. Juegan un rol importante en el control de las comunidades bacterianas y pueden alojar en su interior algunas especies de virus, hongos y bacterias. A mediados del siglo XX se descubrió que ciertos géneros y especies podían afectar al hombre y a algunos animales, actuando como parásitos oportunistas, produciendo enfermedad e incluso la muerte.
Dada la capacidad de las AVL de vivir como organismos de vida libre y como endoparásitos, se las conoce como organismos anfizoicos. Los géneros y especies patógenas para el hombre son Naegleria fowleri, Acanthamoeba spp., Balamuthia mandrillaris y Sappinia pedata (antes conocida como Sappinia diploidea).