Una pérdida de sustancia mayor a 2 cm de diámetro necesitará para su reparación de una técnica quirúrgica apropiada, ya que dejada a su libre evolución (cicatrización dirigida), daría resultados estéticos y funcionales, dependiendo de su localización, indeseados. Las opciones de reparación van desde un cierre simple, ampliando bordes en una relación largo/ancho de 5:1, hasta el uso de colgajos cutáneos. Los colgajos cutáneos representan una porción de tejido que parte de una zona dadora, a la cual permanece unido por medio de un pedículo que le dará el soporte vascular, hacia una zona receptora que corresponde a la pérdida de sustancia. Basado en los principios cutáneos de extensibilidad, deslizamiento y elasticidad, el cierre se hará sin tensión y los resultados estéticos serán aceptables. Incluimos como colgajos cutáneos los de rotación, transposición e interposición.