El estudio de la función antitóxica del hígado, constituye un problema que, a pesar de haber sido abordado hace mucho tiempo, sólo fragmentariamente ha sido, hasta ahora dilucidado.- Un hecho es hoy, sin embargo, admitido sin discusión: el hígado, el gran laboratorio de nuestro organismo, es el principal encargado de retener o de transformar, las sustancias de origen endógeno o exógeno capaces de comprometer el equilibrio físico químico, reinante en nuestras células, humores y tejidos, equilibrio esencial para el normal desenvolvimiento de toda actividad vital.- La glándula hepática preside distintas funciones, que suponemos se hallan relacionadas entre si, aunque no se conozca, en la mayor parte de los casos el mecanismo de tal relación. - No necesitamos destacar que las funciones hepáticas no se limitan a acciones antitóxicas; tienen también una importancia conocida en distintos procesos; digestión, asimilación, etc., y si es posible destacar, una, en un conjunto de funciones vitales, es la glucosa-glucogénica, eje del metabolismo glucídico.- Al glucógeno se atribuyó una gran importancia en el desempeño de la función antitóxica, tanto es así, que se creyó poder evaluar la capacidad antitóxica del hígado por su contenido en glucógeno.-