En el modelo de desarrollo actual, los procesos de expansión hacia la periferia y la —no siempre presente— planificación del Estado han generado en el territorio grandes desigualdades. Esto se hace latente en los sectores de ciudad donde esta desigualdad se polariza a través de barrios privados y asentamientos irregulares, ubicados de forma contigua, pero con grandes distancias en condiciones de calidad de vida. En Uruguay, el Estado, en respuesta a situaciones de segregación y fragmentación, planifica la ciudad tomando el territorio como un ámbito de integración y democracia, haciendo visible la necesidad de amortiguar el crecimiento de la ciudad informal y de repensar su articulación con la ciudad formal. Ahora bien, en la periferia montevideana es posible reconocer ciertas divergencias entre la teoría y la praxis. En particular, en la zona del PAU Sector 10 surgen, a partir de 2005, tres urbanizaciones semiprivadas, mientras que a pocos metros asentamientos irregulares, con 50 años de existencia, continúan enfrentando condiciones de calidad de vida muy dispares. En este marco, la investigación plantea interpelar el rol de la planificación en la conformación de este fragmento urbano teniendo en cuenta que dichos barrios surgen luego de un PAU aprobado en suelo potencialmente transformable.