La construcción de los sentidos del pasado se inicia con el acontecimiento mismo, y luego esos sentidos son elaborados y reelaborados en distintos momentos históricos, siempre en tensión y disputa por el establecimiento de los sentidos legítimos (Feld, 2000; Jelin, 2002). Así, diversos autores coinciden en destacar que la memoria es siempre en tiempo presente; representaciones sociales del pasado signado por un cronotopos y sobre el imaginario de futuros posibles. Todo acto de emprender la memoria en tanto voluntad de recuerdo, toda política de recuerdo, en tanto trabajo de memoria (Jelin, 2002), es a la vez una selección que implica lo que se silencia y olvida.
Desde la transición democrática, en la Argentina adquirió particular impulso la disputa en torno a los sentidos del pasado y la memoria social. Tanto respecto de la última dictadura cívico-militar en la Argentina (1976-1983) como en los escenarios de la represión en el Cono Sur, los interrogantes y las formas de representación social se han ido transformando, reformulando y profundizando. Así, este artículo recupera la experiencia del proyecto de extensión universitaria Universidad, Memoria y Ciudadanía, de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), a partir de tres ejes entrelazados: la elaboración de un libro sobre los desaparecidos y los espacios del terror en Quilmes, la recuperación del ex Pozo de Quilmes como espacio de memoria y el desarrollo de visitas guiadas para la comunidad local.