El río Salado de la provincia de Buenos Aires es un río de llanura modelado por procesos fluviales controlados por una limitada potencia de escurrimiento que, actuando sobre geoformas del paisaje originadas en épocas con intenso eolomorfismo, condiciona la dinámica del transporte sólido, lo que permite explicar la lentitud de los cambios observados en su geometría (Bianchi, 2015). Las crecidas extraordinarias han generado prolongadas inundaciones sobre la planicie que, si bien fueron mitigadas por las obras de canalización, representan situaciones críticas a controlar. La inundación afecta las obras de cruce de infraestructura vial, tanto los terraplenes de aproximación que atraviesan la planicie como los estribos de puentes de potencial compromiso con la continuidad de la conexión.
Una acción de daño provocada por la persistencia de niveles de inundación es el ataque del oleaje generado por viento sobre los taludes de la obra básica e incluso sobre productos de revestimiento que protegen el estribo.
El oleaje generado por viento en aguas fluviales ha sido poco estudiado, con excepción de las aguas de lagos, embalses y estuarios de regular extensión superficial, que suelen generar importantes acciones.
El presente trabajo intenta sistematizar la metodología propuesta, con el fin de perfeccionar criterios de diseño y/o verificación en protecciones fluviales cuando las inundaciones persisten durante largos períodos, propiciando trenes de olas que golpean sobre el terraplén de la infraestructura vial. Se pone atención al ataque en estribos de puentes sobre la planicie que, si bien estarían alejados del cauce principal, son sometidos a oleaje sostenido, provocando la erosión y/o degradación del mismo.
Los desbordes del río causan o producen una gran superficie de agua. Esta situación puede prolongarse durante varios meses, y una de las consecuencias de esto es la generación de oleaje por la acción del viento aplicado sobre esa superficie de agua, dando lugar a un tren de olas, que ataca al talud del estribo.