La presente investigación se propone analizar las concepciones del tiempo de Martin Heidegger y Walter Benjamin en el período que comprende de 1916 a 1927. Este estudio se lleva a cabo a partir de su articulación con los ejes del lenguaje, la historia y la teología como problemas fundamentales que atraviesan sus preocupaciones y escritos del período. Partiendo de las referencias críticas de Benjamin a diversos escritos de Heidegger, se establece un escenario de discusión que busca demostrar las diferencias estructurales que están a la base de sus nociones de temporalidad.
Inicialmente, se explica que ambos pensadores diagnostican una crisis de la concepción tradicional del tiempo, caracterizada por una comprensión cuantitativa, epistemológica, y cronológica del mismo. Como contrapartida, Heidegger y Benjamin proponen una concepción discontinua, originaria y cualitativa de la temporalidad. Sobre esta base, se observa que en ambos opera un mismo movimiento de destrucción-construcción en relación con el tiempo, que también se extiende al problema del lenguaje, la historia y la teología. De acuerdo con la interpretación adoptada en este estudio, mientras las convergencias principales entre los autores se depositan al nivel de la destrucción, las divergencias se inscriben en la instancia de la construcción.
Además de su rechazo a la concepción tradicional del tiempo, en las obras que condensan sus pensamientos tempranos Benjamin y Heidegger impugnan la noción de lenguaje como conjunto de signos o mero instrumento comunicativo, así como el concepto lógico-predicativo de la verdad y su comprensión tradicional en términos de adecuación o correspondencia. De la misma manera, ambos autores reprochan la comprensión de la historia en clave epistemológica o como mero proceso continuo de los acontecimientos del pasado. Esta interpretación impide discernir el componente originario y disruptivo que portan los fenómenos históricos. En lo que respecta a la teología, Benjamin y Heidegger se alejan de la ortodoxia tradicional para ensayar otra interpretación que recupere motivos teológicos para el pensamiento filosófico.
No obstante, las divergencias entre Heidegger y Benjamin se exhiben en el momento constructivo. Las estructuras a partir de las cuales piensan la temporalidad, así como el modo de configurar las relaciones entre el presente, el pasado y futuro, se demuestran orgánicamente diferentes. Ello también se traslada al problema del lenguaje, la historia y la teología. En primer lugar, la diferencia principal se localiza en la estructura extática de la temporeidad de Heidegger y la estructura monadológica del tiempo en Benjamin. En segundo lugar, las diversas críticas que Benjamin dirige contra el concepto heideggeriano de historicidad permiten establecer el núcleo principal de sus divergencias en el terreno de la historia. Asimismo, el contraste entre la fenomenología hermenéutica de Heidegger y la dialéctica teológica de Benjamin se muestra no sólo en el terreno del tiempo, sino también en sus concepciones del lenguaje, de la verdad y en las diferentes apropiaciones del cristianismo y el judaísmo. Por un lado, el fenómeno de la intencionalidad y la inscripción del lenguaje de Heidegger en la analítica del Dasein contrastan con el procedimiento teológico de Benjamin de des-intencionalizar la esfera de la verdad y el lenguaje. Por otro lado, los usos profanos que los autores hacen de la teología deriva en una ontología existencial del tiempo heideggeriano y en una política del tiempo benjaminiano.