Las parasitosis intestinales constituyen un problema de salud que vincula aspectos del individuo, socioeconómicos y ambientales. Los cuadros clínicos, especialmente en niños, son variados, pero pueden poner en riesgo el crecimiento, desarrollo e incluso la vida de los que las padecen. Las precarias condiciones habitacionales y sanitarias en que vive gran parte de la población asentada en la periferia de la ciudad de La Plata, con pisos de tierra, con escasos recursos de agua potable e instalaciones sanitarias que dificultan una higiene básica y eliminación de excretas correcta, como así también la tenencia de mascotas no desparasitadas, exponen a los niños a un contagio permanente. Este escenario conformado en tres planos: naturaleza, población y contaminación ambiental antropogénica y zoonótica, obliga a compartir el espacio cotidiano, en una convivencia que perjudica a todos, pero que pone especialmente en riesgo a aquellos que no pueden evitar estar en contacto directo con ese ambiente.