Aprender matemática implica construir el sentido de los conocimientos. Este sentido se plantea didácticamente en dos aspectos: el externo, que posibilita reconocer qué situaciones posibilita resolver y cuáles no, o sea, el campo de utilización de dicho conocimiento; y el interno, que se refiere a cómo funciona.
Es responsabilidad del maestro buscar situaciones didácticas en donde los alumnos, al involucrarse con las mismas, puedan ir construyendo diferentes sentidos.
A continuación se relata una forma de trabajo al respecto, que se implementa en la Escuela Graduada Joaquín V. González de la Universidad Nacional de La Plata. Se genera un momento de clase específico para hablar sobre lo que estuvieron trabajando, reconocer qué aprendieron, qué conocimientos les sirven para resolver determinadas situaciones y cuáles no.
Cómo utilizar determinadas herramientas matemáticas, y qué precauciones deben tener en algunos casos.
Esta actividad implica que los alumnos formulen o caractericen qué tipos de problemáticas se resolvieron alrededor de los conceptos que se estuvieron trabajando en un determinado momento, cuáles son las diferencias y similitudes entre ellos, es decir qué sentidos del objeto matemático se ponen en juego.