Quienes trabajamos y militamos por los Derechos Humanos en los ámbitos universitarios, sabemos que la extensión universitaria viene siendo una dimensión cada vez más importante para su articulación con un proyecto sociopolítico, para acompañar, incidir y transformar la vida social, política y cultural de las sociedades de las que forman parte. Generar articulación con otras facultades, actores estatales y de la sociedad civil dedicados a la defensa de los derechos humanos, es hoy una condición para la realización de cualquier proyecto de extensión que pretenda trazar puentes para el intercambio de saberes entre les estudiantes y las problemáticas sociales de su comunidad.