El enterratorio de Loma Torta se encuentra en el cerro del mismo nombre, situado en la localidad de Gaiman (valle inferior del río Chubut, Patagonia argentina) a los 43° 16' 36.7'' S / 65° 30'39.0'' O. Su descubrimiento y denuncia fueron realizados por Clidia Muñoz, descendiente de aborígenes, quien también participó en el rescate. Este fue efectuado en 2008, previa consulta a la comunidad local y autoridades de Gaiman. Los restos óseos estaban distribuidos en un área de 14 m x 5 m, observándose importante alteración por factores naturales y antrópicos. Se identificaron dos sectores, determinándose un NMI total de 12 individuos. El Sector 1 fue el más abundante en hallazgos: 10 individuos en distinto grado de integridad, de los cuales 6 son adultos (1 ♂ en inhumación primaria, y 2 ♀ y 3 indet. en osario), uno subadulto (probablemente ♀ en inhumación secundaria), y 3 Infantiles en osario. En asociación directa o indirecta con los huesos se hallaron cuentas de valva y de piedra, ocre rojo, artefactos líticos y un pequeño disco de metal, además de una ostrea fósil, cuya presencia sólo puede ser atribuida a actividad humana. Uno de los infantiles mostró huellas de corte, descarne y seccionado de músculos, lo que sugiere que fue esqueletizado. Entre los materiales no culturales se observó la abundante presencia de raicillas y de huesos de roedores e improntas de sus madrigueras. En el Sector 2-con alta meteorización ósea-se registraron un individuo adulto (probablemente ♂), en inhumación secundaria y tres cilindros de huesos largos que corresponderían a un infantil. No se hallaron materiales culturales asociados. En el contexto arqueológico del valle inferior del río Chubut este sitio presenta similitudes y diferencias con otros del mismo tipo. Entre las similitudes se destacan las inhumaciones múltiples (entre ellas de infantiles) y la variedad de materiales culturales asociados; todos estos rasgos son de frecuente registro en enterratorios de los últimos mil años. Lo que lo diferencia es su ubicación en un lugar tan elevado (110 m s.n.m.) y de difícil acceso y el uso de un mismo espacio funerario para inhumaciones primarias y secundarias. Por último, se desea resaltar el compromiso de integrantes de las comunidades originarias en la denuncia, conservación y rescate del sitio.