El alcance de la partícula negativa, que es una distinción sintáctica tal como lo refleja el griego antiguo, identifica, según mi opinión, distintos tipos de negación. En el enunciado negativo, la negación niega el verbo, en el enunciado afirmativo infinito la negación niega el término del predicado. En el primer enunciado la negación tiene más alcance que en el segundo. Más precisamente, el primer tipo de negación es la que niega el predicado respecto del sujeto, y el segundo es la afirmación de un predicado negativo. Llamo a la primera negación simple y a la segunda afirmación infinita a partir de la traducción de Boecio. Desde el punto de vista del alcance, cercana al segundo tipo de negación se encuentra la afirmación privativa, esto es, la negación del término del predicado por medio de un prefijo negativo. Si bien en los textos trabajados, en general, se llama afirmaciones tanto al segundo tipo de negación como a la privación, los enunciados propuestos contienen una partícula negativa y, según mi opinión, tienen propiedades que permiten tratarlos como negaciones. El propósito de este capítulo es distinguir entre las primeras dos negaciones estableciendo su comportamiento, es decir, las propiedades que cada una tiene; analizar la relación que ellas tienen con la negación privativa; tratar de establecer si es posible que haya más de una afirmación infinita o más de una negación del termino de predicado; y establecer el punto de vista modal sobre las negaciones, esto es, si cabe comprender la negación teniendo presente operadores modales.