Cuando se piensa en Derrida, cuando se hace alusión a su pensamiento, rara vez se lo asocia a la filosofía política. Crítica literaria, deconstrucción de la metafísica o puro sin-sentido suelen ser las etiquetas que más cómodo le quedan. Sin embargo, a la hora de introducirnos en su obra, es extraño no encontrar alusiones a la ética y a la política, ya desde sus primeros análisis husserlianos.
En la presente exposición intentaremos abordar un pequeño libro titulado El otro cabo. La democracia para otro día, en el cual se compilan una conferencia y una entrevista, ambas de finales de los ´80 y comienzos de los ´90, encabezadas por una breve introducción (y este tema, el de la cabeza o el comienzo, no será menor). Nuestro interés estará puesto en la posibilidad de arrojar una luz (jour) sobre la política derridiana, más precisamente sobre la noción de “democracia por venir”. Ya en esa introducción, titulada “En el día de hoy”, Derrida no sólo nos habla del origen de los textos que la siguen, sino que propone algo poco común en nuestra disciplina al rechazar cierta herencia que nos liga a Hegel y su tan preciada mascota.