En los últimos tres parágrafos del capítulo octavo de Los nombres divinos, Dionisio Areopagita se ocupa de la denominación 'Justicia' para alabar a Dios. Sorprendentemente, este breve pero jugoso pasaje no ha recibido ningún profundo comentario por parte de los críticos.
A nuestro juicio, Dionisio traza en estos parágrafos los fundamentos de su concepción de la singularidad del ente. Dada la importancia capital del tema, nos proponemos en esta comunicación repasar las principales ideas manifestadas en esas líneas, prestando especial atención a algunos términos de significativo interés filosófico y, fundamentalmente, a sus implicancias teóricas.