En el presente trabajo, sin embargo, no nos centraremos en esa problemática relación entre ciencia y marxismo. Ni tampoco buscaremos un rastreo conceptual de las tradiciones antes mencionadas. Nuestra intención es mucho más humilde: simplemente, trataremos de encontrar algunos de los antecedentes éticofilosóficos fundamentales –principalmente provenientes de los escritos de juventud- que permitirían entender a El capital como una obra crítica, es decir, sin los cuales la obra fundamental de Marx no sería otra cosa más que una mera descripción la organización económica y social de la humanidad en un momento dado. Hipótesis de trabajo mediante, entendemos que El capital es mucho más que eso, y como tímido paso a esta última problematización (que implica rastrear no sólo sus rasgos éticos, sino también los ontológicos y epistemológicos) proponemos algunos apuntes para una interpretación ético-filosófica de Marx. En función de esto, nos centraremos en los rasgos fundamentales de dos de las principales obras de juventud: La cuestión judía y Los manuscritos del ’44. Por último, haciendo las correspondientes menciones a los primeros manuscritos de El capital (los Grundrisse), procuraremos realizar algunas indicaciones que puedan ayudar a zanjar el camino hacia el objetivo esencial.