Introducción al pensamiento científico (IPC) se presenta como una materia en la cual se analiza la actividad científica, por esta razón, dado el rigor argumentativo que ello presupone, dicho análisis implica el manejo de elementos mínimos de lógica proposicional como apoyatura del curso. Ahora bien, debido al carácter auxiliar de la misma dentro de la currícula de la materia se dedican solo algunas clases a su estudio. Razón por la cual, la enseñanza de la lógica en este contexto presenta ciertas “paradojas” didácticas: por un lado, su inclusión como contenido curricular en una disciplina no necesariamente formal, como lo es IPC, implica su enseñanza en un nivel elemental, por lo cual se intenta proveer al alumno de algunas herramientas formales elementales (por ejemplo, reconocimiento del lenguaje formal de la lógica proposicional, comportamiento semántico de fórmulas bien formadas y comprensión del concepto semántico de validez); mientras que, por otro lado, el nivel de abstracción requerido para la comprensión de sus tópicos elementales, debido al rol que juega la formalización en ella, hace dificultosa la tarea de enseñar lógica elemental sin perder cierto rigor técnico indispensable.