La enseñanza de la cerámica plantea un problema central: su concepción como objeto masivo de consumo falto de creatividad, y la idea limitada de la creación es decir son los objetos que se exhiben y venden en los bazares.
Durante 1988 realizamos dos trabajos sobre el tema arqueología en escuelas primarias de la zona dependiente de la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Bs.As. Estas instituciones habían solicitado charlas a la Dirección de Cultura sabiendo que desde allí se ofrecía este servicio educativo. Los contenidos solicitados se basaban en el requerimiento curricular sobre el tema Aborígenes de Nuestro Territorio. La experiencia se realizó en un 5° y dos 7º grados durante cuatro clases de medio día. Estos contenidos en realidad hubiesen requerido más tiempo en sus dos partes teórico práctico, necesidad manifestada por los chicos muy interesados en los temas, no salieron a los recreos.
Esta propuesta de trabajo me resultó interesante, ya que desde el año 1986 - vengo usando el tema Cerámica Argentina como recurso didáctico.
Allí encontré la génesis del lenguaje plástico y técnicas necesarias para despertar la creatividad en el adulto. Durante 1988 había propuesto por la falta de hornos en los centros barriales, realizar el proceso cerámico a la manera folklórica destinada a los chicos.
El uso del pasado se convirtió en un tema de motivación muy rico para los adultos desde el punto de vista plástico, tecnológico y creativo, abriéndose una nueva expectativa en la utilización del mismo tema en los chicos.