En este trabajo comentaremos algunas experiencias positivas y negativas que hemos tenido en distintas comunidades donde realizamos trabajos arqueológicos de campo.
Estos tuvieron lugar en localidades del N.E. y N.O. riojano, concretamente en Anillaco y Villa Castelli.
Un hecho fundamental que observamos es la importancia que tiene la aceptación del arqueólogo por parte de la comunidad, donde este va a desarrollar sus trabajos. Esto ocurre, cuando se visita reiteradamente el lugar y se entabla una relación de:
confianza➙comunicación➙ intercambio de información.
Dicho proceso crea una dinámica de enriquecimiento mutuo, donde el arqueólogo obtiene información y ayuda en el trabajo de campo; a su vez debido a ello tiene obligación de retribuir de alguna manera a la comunidad que lo recibe y ayuda.