El tomate, Solanum lycopersicum [L.], es una hortaliza de gran importancia económica considerando la superficie cultivada y el valor de la producción. En Argentina el tomate es el segundo cultivo hortícola en importancia, pero además es una actividad en crecimiento. El cultivo de tomate es atacado por enfermedades y plagas que provocan pérdidas de rendimiento. La investigación sobre tecnologías menos contaminantes y más seguras, como alternativa a los fertilizantes químicos y pesticidas, ha recibido gran atención en los últimos años mostrando que los microorganismos pueden ser utilizados sin generar ningún daño al medio ambiente, la seguridad alimentaria y la salud humana. Estas nuevas tecnologías que utilizan los bioinsumos se aplican en cultivos extensivos e intensivos. El estudio de las comunidades bacterianas asociadas con las plantas es indispensable en los sistemas agrícolas debido a que la aplicación de bacterias benéficas puede incrementar las producciones y promover la sanidad vegetal. Por ello el objetivo general de este plan es aislar bacterias que componen el endobioma de las plantas de tomate que tengan capacidades metabólicas que contribuyan a la sanidad de las plantas de manera que las mismas sean insumos para la formulación de productos biológicos.