Pero España presenta, no es menos cierto, unas variantes tan peculiares y distintivas que hacen que su caso no sea del todo equiparable al de esos otros pueblos. La principal de esas variantes es que en España triunfó, en 1939, el fascismo del nacionalcatolicismo y se mantuvo, durante cuarenta años, en el poder. Esta variante vulneró en su momento,y lo sigue haciendo hasta hoy, la función –según Tusell– de la memoria “como elemento que configura espiritualmente una sociedad, y, además, es indicio de los cambios que en ella se producen”.