La intención del presente trabajo es abordar la práctica teatral de las compañías itinerantes española en el extremo sur del país durante el período de la guerra civil y el exilio. Leer desde allí, es decir, desde el evento teatral marginal, periférico, perdido en el territorio austral, lejos del escenario en cuestión, las determinaciones de producción y tratamiento que bien podrían considerarse, en un nivel macro, como generales a las prácticas artísticas de la centralidad. Intentar explicar la lógica de producción del teatro en el contexto de la violencia política, donde el control y la censura se esgrimen como los instrumentos eficaces para la homogeneización del discurso artístico en función de los intereses del Estado pero, desde el detalle y casi la anécdota del ejercicio teatral absolutamente periférico, no sólo para el teatro español sino también, para el propio teatro argentino, en un borde territorial absolutamente ignoto para la hegemonía del poder español tanto como para el de la Nación argentina.