Los primeros años de vida constituyen una alta vulnerabilidad nutricional, relacionándose de forma directa con la posición socio-económica, que conlleva a acceder a políticas de complemento integral alimentario como la tarjeta alimentar (TA). El objetivo de este trabajo de investigación fue describir la alimentación complementaria de niños/as de 6 a 24 meses titulares de derecho de la Tarjeta Alimentar (TA) que asistían al Instituto de Desarrollo e Investigaciones Pediátricas (IDIP) a controles periódicos de salud. Se realizó un estudio de corte transversal, descriptivo, prospectivo. Se evaluaron la alimentación (consumo de vitaminas y minerales y % de adecuación a las recomendaciones, consumo de alimentos con sellos de advertencia, lactancia materna continuada), antropometría (Peso/talla, Talla/Edad, Peso/talla) y si recibieron educación alimentaria (EAN). El análisis estadístico descriptivo se realizó con Excel y las variables se presentan como frecuencia (%) o mediana (RIC), según corresponda. Entre agosto y octubre, se realizaron 52 recordatorios. Para el análisis se dividió a la población en dos grupos G1 (6 a 11 meses) y G2 (12 a 24 meses). Los resultados mostraron que en el G1 el 75% de los lactantes no cubrió con las recomendaciones de hierro y Vitamina A, en el G2 el 50% no cubrió con las recomendaciones de calcio y solo 5% cubrió los requerimientos de vitamina D. El consumo de alimentos con al menos un sello de advertencia fue del 57,1% en el G1 y del 75% en el G2, y la práctica de lactancia materna continuada fue de alrededor de 50% en ambos grupos. Ninguna de las familias encuestadas recibió EAN. Se halló que el 7% de los niños del G1 y el 4% del G2 tuvieron baja talla y exceso de peso, respectivamente. Conclusiones: La alimentación complementaria de esta población titular de TA requiere ser reforzada con estrategias de EAN para evitar deficiencias en el consumo de nutrientes críticos y disminuir el consumo de alimentos ultraprocesados.