Con la famosa frase: "Ahora escribo teatro para muñecos [...] a la manera del teatro 'Di Piccoli' en Italia" Valle-Inclán le otorga al grupo italiano de Podrecca el papel clave en la formulación del esperpento. Es interesante observar que Valle-Inclán, el dramaturgo que a lo largo de su trayectoria artística no entra en el contacto directo con las vanguardias europeas del momento, a las alturas del año 1921, manifiesta estar informado muy bien sobre las más modernas tendencias teatrales inspiradas en gran parte en el arte del marionetismo, de la máscara, en la estética de lo grotesco, lo surreal y lo absurdo. Por consiguiente resulta necesario plantearse una serie de preguntas sobre el alcance y posibilidades del conocimiento de la labor del grupo por el autor gallego, para poder delimitar qué "Teatro di Piccoli" inspira su nueva dramaturgia. No debe escaparse de este examen una observación en torno al esperpento, el género que no funda su base en la imitación de marionetas, sino en la creación grotesca en la que la ficción y la abstración del personaje marionetizado, y su mundo referencial llevado ab absurdum, desenvela la verdad cruda y amarga de la condicón humana y su realidad histórica.