La violencia es una de las constantes más pertinaces en las narraciones cinematográficas de Rafael Azcona. Mi propósito es indagar la naturaleza y condición de este imprescindible sesgo violento de sus guiones, determinar cuáles son sus manifestaciones, su gramática, sus agentes, sus orígenes y razones, así como sus posibles consecuencias. Entre mis conclusiones destaca la necesidad de insertar esta cualidad de la obra de Azcona dentro de una larga tradición que insiste no sólo en identificar la violencia como uno de los atributos fundamentales de la historia y el carácter de la nación, sino que precisa que ésta se ejerce esencialmente de manera intestina, que es una violencia de español contra español.