Polémica, como se sabe, no es sólo el arte de la guerra sino, como el mismo Diccionario de Autoridades confirma, la designación de la Teología dogmática. La Academia española de la lengua, aunque haya registros de principios del s. XVIII, recién recoge el término en 1843. Pero en Francia, polémique ya aparece en la voz de un poeta protestante vinculado a la estética barroca, Aggrippa d´Aubigné, en 1578, y, por lo tanto, en el contexto de las guerras de religión. Señala la continuación del combate con otras armas, proponiendo algo así como una praxis argumentativa portátil y fulminante, más cómoda que las costumbres lentas o duraderas de la dialéctica clásica, activada siempre para defender el dogma ante la irrupción de estrategias que no se duda en proclamar irrisorias e impertinentes.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)