Actualmente el campo del entrenamiento deportivo se encuentra minado de programas y ejercicios pliométricos asociados al desarrollo de la explosividad y de la capacidad reactiva. Algunos entrenadores afirman que este método representa la culminación de un proceso de entrenamiento de las cualidades coordinación, fuerza y velocidad, que permiten al deportista potenciar los cambios de dirección, acelerar más eficientemente, ser más explosivos en los movimientos balísticos. Estas premisas promueven la inclusión de los mismos en el plan de entrenamiento de muchas disciplinas deportivas. Sin embargo a la hora de seleccionar y dosificar los estímulos la oferta es tan amplia que también se hacen inmensas y distinguidas las adaptaciones neuromusculares a las que se puede arribar. El presente trabajo propone revisar las bases neurofisiológicas de esta metodología, ya que creemos que disponer del claro manejo de estos conceptos será condición necesaria para un futuro análisis crítico de cualquier protocolo propuesto.