Parece importante que la sociedad trate de ejercer alguna influencia sobre la producción e incorporación de nuevos conocimientos que pueden ser de utilidad para la misma, y en lo que respecta a los nuevos conocimientos de utilidad económica, que trace una política que podemos denominar política tecnológica.
La política tecnológica se ocupa de la producción, incorporación y arraigo de nuevos conocimientos de utilidad económica y social; debe servir al desarrollo económico y social y por consiguiente sus fines están dados en el último análisis por los objetivos nacionales que se desea alcanzar en el proceso de desarrollo.
Una política tecnológica debe tener vinculaciones estrechas con políticas nacionales en otras áreas, en particular con la política científica y la política educativas. En buena parte debe apoyarse sobre estas políticas, y facilitar su influencia positiva para el bien de la sociedad.