En inglés
This paper explores the relationship between inequality and investment based on a panel for 95 countries. It considers a wide range of determinants and econometric methodologies. This work improves the existing literature since (i) it connects inequality with investment; (ii) it controls by a wide set of variables contrasting different theoretical approaches; (iii) the sample includes advanced and developing countries; and (iv) tests for a possible non-linear relationship.
The paper documents a concave and non-monotonic ("U-shape") relationship between inequality and investment. At low levels of initial inequality, greater inequality is associated with lower investment; but at high levels of initial inequality the relationship is positive. The differentiation between advanced and emerging countries shows some specific features for the control variables. Given the high correlation between the wage share and inequality, policies of wage restriction cause inequality to increase, thus generating lower investment and growth when countries present low or middle levels of inequality. With high levels of inequality the result is the opposite, so it is possible that if these countries are open economies (i.e. “export-led”) they could fall into a high-growth with high-inequality trap where only government policy could push the country to the other side of the “U.”
En español
Este paper explora la relación entre desigualdad e inversión en base a un panel de 26 años para 95 economías avanzadas y en desarrollo. El estudio considera una amplia gama de determinantes de la inversión y de metodologías econométricas. Es un avance respecto a la literatura existente, ya que: (i) conecta la desigualdad con la inversión; (ii) controla por un amplio conjunto de variables que contrasta con diferentes enfoques teóricos; (iii) utiliza una amplia muestra de países que incluye avanzados y en desarrollo; y (iv) testea una posible relación no lineal.
El estudio documenta una relación cóncava y no monotónica ("forma de U") entre la desigualdad y la inversión medida por la formación bruta de capital fijo. Se encuentra que, en bajos niveles de desigualdad, una mayor desigualdad se asocia con una menor inversión; pero a altos niveles de desigualdad, la relación es positiva. Utilizando diferentes enfoques empíricos, se identifica el punto de inflexión en un coeficiente de Gini de aproximadamente 0.45. La diferenciación entre países avanzados y emergentes confirma el modelo general, pero acentúa algunas características específicas para las variables de control. Los resultados pueden estar relacionados con el tipo de modelo de crecimiento que determina la dinámica macroeconómica de los países. Dada la alta correlación entre la participación salarial y la desigualdad, es claro que las políticas de restricción salarial incrementan la desigualdad generando de esta manera una menor inversión y crecimiento cuando los países presentan niveles bajos o medios de desigualdad. Por el contrario, con altos niveles de desigualdad el resultado es el opuesto, de modo que es posible que si estos países son economías abiertas (es decir, "export-led") caigan en una trampa de alto crecimiento con alta desigualdad donde solo un impulso de política económica podría empujar el país al otro lado de la "U". Estos hallazgos podrían servir como incentivo para repensar las políticas destinadas a generar cambios estructurales que puedan cumplir los objetivos simultáneos de mayor crecimiento y menor desigualdad.